Bienvenidos

La Asociación Educarte es una organización sin fines de lucro interesada en promover notas culturales y educativas de la ciudadanía en general. Que nuestro creador irradie paz y felicidad sobre todos nosotros y a aprovechar este nuevo año.
Esperamos su participación
La Asociación

viernes, 6 de septiembre de 2013

El arrepentimiento de los moribundos y 10 maneras de potenciarnos para esta etapa


“¡Todo es tan aburrido!” (Winston Churchill).
“Ahora, estoy en la fuente de la felicidad” (Frédéric Chopin).
“Soy inmortal” (Bela Lugosi).
“Luz, más luz” (Johann Goethe).
“Mañana, ya no estaré aquí” (Nostradamus).
 Por Ruth Vásquez
Estas son las últimas palabras dichas antes de morir que se atribuyen a conocidos personajes de la Historia. Para el resto, dos de las quejas más comunes cuando “nos llega la hora”,  podrían  incluir reflexiones como: “No haber sido dueños de nuestras propias vidas” y “No haber alcanzado la felicidad”.

En este artículo las experiencias de Bronnie Ware enfermera a cargo de pacientes terminales y los consejos de Stephen Covey, quien explica que para saber lo que quieres hacer en la vida debes imaginar lo que quieres que diga la gente el día de tu funeral.

“La muerte futura entonces podría ser nuestro recurso para potenciar nuestra calidad de vida.”

Esta es la historia de Bronnie Ware….[1]
Durante muchos años he trabajado en cuidados paliativos. Mis pacientes eran personas con enfermedad terminal que retornaba a casa  a morir. Con ellos tuve la oportunidad de compartir algunos momentos muy especiales. Los acompañe durante las últimos tres a doce semanas de sus vidas.

La gente crece mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Yo aprendí a nunca subestimar la capacidad de crecimiento de una persona. Algunos cambios fueron fenomenales. Cada persona, como es de esperarse,  experimenta una variedad de emociones, negación, miedo, ira, remordimiento, más negación y finalmente  la aceptación. Doy fe que cada uno de los pacientes individualmente encontró su paz antes de partir.

Cuando se les preguntaba acerca de si tenían algún arrepentimientos o algo que hubieran querido hacer de manera diferente, surgieron temas comunes una y otra vez . Éstos son los cinco temas más comunes:


Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo , y no la vida que los demás esperaban de mí.

Este era el pesar más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás en su pasado, les es fácil ver con claridad cuántos sueños no se han cumplido. La mayoría de la gente no había llegado a cumplir la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían o no tomado.

Es muy importante tratar de honrar al menos algunos de los sueños personales en el camino. Desde el momento en que se pierde la salud, ya es demasiado tarde. La salud restringe la libertad y muy pocos se dan cuenta, hasta que ya no la tienen.


Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
Esto me vino de cada uno de los pacientes de sexo masculino que cuidé. Perdieron la oportunidad de compartir la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaron de este pesar. Pero como la mayoría eran de una generación mayor, muchas de las pacientes de sexo femenino no había sido el sostén de la familia. Todos los hombres que me tocó cuidar, se lamentaron  profundamente por haber malgastado tanto tiempo de su vida en el trabajo.

Al simplificar nuestros estilos de vida y tomar decisiones conscientes a lo largo del camino, es posible que uno no necesite los ingresos que uno mismo cree necesitar. Y mediante la creación de más espacio en tu vida, te vuelves más feliz y más abierto a nuevas oportunidades, uno se adapte mejor a este nuevo estilo de vida.

Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a ser lo que eran realmente capaces de llegar a ser. Muchas enfermedades se les desarrolló en relación con la amargura y el resentimiento que llevaron.

No podemos controlar las reacciones de los demás. Sin embargo, cuando se plantea la relación a todo, en un nivel nuevo y más saludable, que coincide con lo que nos gusta, aunque las personas pueden reaccionar inicialmente al cambio, entenderán finalmente que se les está hablando honestamente. Lo contrario es mantener  la relación poco saludable. De esta manera uno no gana.

Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.
A menudo no se dan  realmente cuenta de los beneficios de contactar a los viejos amigos hasta las semanas en que están próximos a morir y en casos no siempre es  posible localizarlos. Muchos de ellos atrapados en sus propias vidas, dejan que sus amistades de oro se deslicen alejándose  con el paso de los años. Puedo constatar profundos lamentos por no darse tiempo y esfuerzo para darle a sus amistades el valor que merecían. Todo el mundo pierde a sus amigos cuando están muriendo.

Es muy común para cualquier persona con un estilo de vida ocupado, que las amistades terminen alejándose. Pero cuando uno se enfrenta a su propia muerte, los detalles físicos de la vida desaparecen. Si es posible,  las personas desean tener sus asuntos financieros en orden,  no por el dinero o el estado de lo que esto significa. Todos quieren dejar las cosas en el orden que sea de más beneficio para  sus seres queridos. Por lo general, sin embargo, llegan a este punto demasiados enfermos y cansados para hacerse cargo de esta tarea. Al final, todo se reduce a amor y a las relaciones finales. Eso es todo lo que queda en las últimas semanas, el amor y las relaciones.


Me hubiese gustado haber sido más feliz.
Esta es un arrepentimiento sorprendentemente común. Muchos no se dan cuenta hasta que están casi al final de sus vidas que la felicidad es una elección. Ellos llegan a comprender que estuvieron atrapados en viejos patrones y hábitos. El llamado "confort" de familiaridad desbordo  sus emociones, así como su vida física. El miedo al cambio los hizo pretender a todos ser como los demás, aún a uno mismo. Mientras  muy adentro, anhelaban reír correctamente y gozar de todo en su vida.

Cuando uno está en su lecho de muerte, lo que los demás piensen de uno, está muy lejos de la mente . ¡Qué maravilloso es ser capaz de dejarse ir y sonreír de nuevo, mucho antes de que te estás muriendo.
Para Bronnie Ware la vida es una elección. Es nuestra propia vida. Elijamos conscientemente, elijamos  sabiamente, elijamos honestamente . Elijamos la felicidad.

Los Consejos de Stephen Covey….[2]
Stephen a través de diez tips nos explica que para saber lo que quieres hacer en la vida debes imaginar lo que quieres que diga la gente el día de tu funeral.

Estos son:
  1. Orar no es como una rueda de auxilio que sólo usas cuando estás en problemas, más bien es como el volante que te dirige por el camino correcto en el sendero de la vida.
  2. ¿Sabes por qué el parabrisas del auto es tan grande y el espejo retrovisor tan pequeño? Porque nuestro pasado no es tan importante como nuestro futuro. Mira siempre hacia adelante y sigue en movimiento
  3. La amistad es como un libro, toma unos pocos segundos en quemarse pero tomó varios años en escribirse.
  4. Todas las cosas en la vida son temporarias. Si van bien, disfrútalas, porque no son para siempre. Si van mal no te preocupes no pueden durar demasiado tampoco.
  5. Los viejos amigos son como el oro. Los nuevos amigos como las piedras preciosas. Si tu tienes una piedra preciosa no te olvides del oro, porque para sostenerla siempre necesitas una base de oro.
  6. A menudo cuando pierdes las esperanzas y piensas éste es el final, Dios sonríe desde arriba y dice: "Relájate, hijo mío, esto es sólo una curva, no el final del camino.
  7. Cuando Dios resuelve tus problemas tú tienes fe en él. Cuando Dios no resuelve tus problemas él tiene fe en tus habilidades para resolverlas.
  8. Un ciego le preguntó a San Antonio: ¿Qué puede ser peor que perder la vista?. Él le respondió: Que pierdas tu visión de las cosas.
  9. Cuando tú oras por otros, Dios te escucha y los bendice, y algunas veces cuando tú estás seguro y feliz, recuerda que alguien ha orado por ti.
  10. El preocuparse no se lleva lejos los problemas de mañana, se lleva la paz de hoy. 






[1] Enfermera australiana especializada en la atención a personas moribundas, sus experiencias han sido volcadas en su libro “The Top Five Regrets of Dying” (Los cinco lamentos principales en la muerte). Aquí la traducción de su artículo mis arrepentimientos al morir (en ingles regrets of the dying)
[2] Stephen Covey es el autor del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario