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lunes, 24 de junio de 2013

Siete pensamientos para superar los malos momentos...


Tomado de Psicocode

LA FELICIDAD NO ES ALGO CONSTANTE Y TAMPOCO SE SUPONE QUE TENGA QUE SERLO. 
Si la felicidad fuera algo constante no sabríamos disfrutarla ni apreciarla ya que estaríamos habituados a ella. Para vivir días y tiempos felices es necesario atravesar momentos de dificultad en nuestras vidas. Sólo así sabremos apreciar y valorar esos momentos de felicidad que constantemente desaparecerán de nuestras vidas para más tarde volver a aparecer.


LAS FALLAS Y LOS ERRORES SON SITUACIONES TRANSITORIAS QUE NOS ENSEÑAN LECCIONES NECESARIAS Y PERMANENTES. 
Con frecuencia las mayores lecciones que hemos aprendido en nuestras vidas han surgido como consecuencia de haber cometido un gran error. Todos nos equivocamos y cuanto antes aceptemos este hecho,  podremos emplear todo nuestro potencial para conseguir aquello que deseamos. Hacer algo y equivocarte es siempre diez veces más productivo que no hacer nada.

AQUÍ Y AHORA, SIEMPRE ESTÁS PROGRESANDO AUNQUE NO PUEDAS PERCIBIRLO 
Las personas tienden a ser perfeccionistas, y nos enfrentamos a un problema cuando estamos en un proceso de aprendizaje, ya sea una carrera, un deporte o un trabajo. Somos tan perfeccionistas que a pesar de haber aprendido una carrera, especialización, consideraremos que hemos aprendido menos del 100%, pensaremos que nos falta algo. No importa si comenzamos con un 0% de conocimientos y al día de hoy ya llevamos un 70%. Ese 30% que nos separa de la perfección nos lleva a visualizar que a nuestro progreso le falta algo, que nuestro desarrollo está algo estancado y por lo tanto insuficiente. Este pensamiento nos puede llevar a abandonar aquello que hemos empezado.

Una técnica para contrarrestar este problema es tratar de compararme con mi "yo" del pasado. Un ejemplo: llevo algo más de 2 años estudiando Psicología y a veces siento que no estoy aprendiendo nada. Hoy, sin ir más lejos, he comenzado a leer el tema 1 de Psicología del Pensamiento. A pesar de que la lectura me ha resultado bastante aburrida y complicada, he podido comprobar que había multitud de conceptos y autores tratados en cursos anteriores que estaban fuertemente anclados en mi memoria y no he tenido que esforzarme en comprender quiénes eran o qué decían. Todos esos conocimientos se encontraban ya en mi interior. Ahora bien, si este tema lo hubiera leído hace 2 años cuando apenas comenzaba la carrera, habría tenido que realizar un esfuerzo enorme para comprender términos básicos como "condicionamiento clásico" o "condicionamiento operante". Si comparo todo el desconocimiento de mi "yo" del pasado con mi "yo" actual puedo acceder a un nivel mental que me permite ser consciente de cuál ha sido realmente mi progreso.

LO QUE SIENTES CUANDO ESTÁS CON ESTRÉS NO ES UNA MEDIDA EXACTA DE LA REALIDAD. 
Tener miedo no significa estar en peligro. Sentirse  solo no quiere decir que a nadie le importamos. Aunque pienses que vas a equivocarte no quiere decir que lo acabarás haciendo. Por mucho que nos empeñemos la profecía autocumplida no siempre se cumple.

Debemos mirar más allá de nuestros miedos y dudas para tratar de encontrar la verdad. Tenemos que ser conscientes de esa voz interior que no deja de decirnos lo que uno puede y no puede hacer y hacerla callar cuando sea necesario.

Todos hablamos con nosotros mismos y nos lanzamos muchos mensajes. Si además nos enfrentamos a un obstáculo, la mayor parte de esos mensajes serán negativos. No somos conscientes de lo mucho que pueden afectarnos estas palabras. Debemos aprender a ignorar y desvincular las ideas negativas de la auténtica realidad que nos rodea.


NO PUEDES CAMBIAR AQUELLO A LO QUE EVITAS ENFRENTARTE. 
Puedes aprender grandes lecciones de tus fracasos y errores siempre y cuando no pierdas el tiempo tratando de negarlos o justificarlos. Requiere mucho valor admitir que tienes que cambiar algo. Y todavía se necesita más valor asumir que tú tienes la responsabilidad de cambiarlo. El paso más importante que nos lleva a conseguir algo no es el último paso sino el primero. El simple hecho de ponerte en acción y comenzar algo te situará en un estado mental positivo que te dará la fuerza necesaria para continuar hasta el final.


TU PASADO NO DEFINE TU FUTURO. 
No importa lo caótico que haya sido tu pasado ni las veces que te equivocaste. El futuro se presenta ante ti limpio, fresco y cargado de nuevas posibilidades. Tus malos hábitos y errores del pasado no definen quien tú eres ahora. Tú no eres lo que otras personas esperaban (o no esperaban) de ti en el pasado. Es cierto que llevamos una serie de años vividos y hemos aprendido una serie de condicionamientos que nos separan de esa tabla rasa que éramos cuando nacimos. Pero tan cierto es que siempre quedará espacio libre en esa tabla para escribir nuevos condicionamientos o incluso reescribir antiguos. 
Únicamente somos lo que pensamos que somos en este momento. 
Únicamente somos lo que estamos haciendo en este momento.


NO CONSEGUIR LO QUE QUIERES PUEDE SER EL MEJOR DE LOS REGALOS. 
A veces no conseguir lo que deseamos puede suponer un golpe de buena suerte ya que nos obliga a re-evaluar nuestra situación y abrir nuevas puertas en busca de nuevas oportunidades. 

Personalmente debemos contribuir activamente en la búsqueda de nuevas oportunidades cada vez que nos sucede algo negativo. Cuando me ocurre algo no deseado o fracaso en mi intento de conseguir algo por lo que he estado luchando, me digo a mi mismo: "Bueno, ahora voy a hacer algo positivo que nunca se me habría ocurrido hacer si hubiera conseguido aquello por lo que estaba luchando". 

Gracias a esta técnica consigo dos cosas: La primera es que aprendo a salir rápidamente de los resultados o situaciones negativas al enfocar mis energías en un nuevo proyecto. Y segundo, si el nuevo proyecto llega a buen fin, podré recordar mi anterior fracaso como algo realmente positivo que me ha permitido llegar a mi situación actual. 

Esto se explica mejor con un ejemplo: hace algo más de dos años sufrí un recorte de horario y sueldo en la empresa para la que trabajo. Inmediatamente decidí que tenía que sacar algo provechoso de aquella mala situación y emplear esas nuevas horas libres en algo productivo. Así que dedique parte de mi tiempo a escribir sobre un determinado tipo de casos, que hoy después de dos años, me ha convertido en un recolector de experiencias de este tipo.

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