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miércoles, 27 de junio de 2012

Letras del Centro


La exitosa feria del libro FELIZH 2012, que se realiza por estos días en la ciudad de Huancayo, habla de una ebullición de autores y sellos. Pero en el centro del país hay otros ángulos a tomar en cuenta cuando se habla del desarrollo de la cultura y difusión del libro. 

Escribe JOSÉ VADILLO VILA
Como una moneda, la industria editorial en el centro del país tiene dos caras. La primera florece como los amarillitos de la flor de retama de los caminos andinos, en el valle del Mantaro, a donde han llegado las principales editoriales del país para celebrar la Feria del Libro Zona Huancayo (FELIZH), que llega a su cuarta edición con números ascendentes: se espera que para el domingo 1 de julio, tras 11 días de fiesta del libro, se supere los 250,000 visitantes.

"La crítica dice que después de la Feria Internacional del Libro de Lima, la Felizh es la más importante del país por sus niveles de convocatoria y ventas", cuenta con su voz grave Willy Mateo Cisneros, creador del encuentro. En la primera edición participaron 30 editoriales, los siguientes dos años subió a 42 y 45; ahora son 60 las que ofertan lo mejor de sus textos en la histórica plaza de Huamanmarca. "Estamos en franco crecimiento", dice Mateo. Con las cifras en azul ya piensa en la edición 2013: se trasladarían a un recinto más grande, de repente cobrando una "entrada popular" para solventar parte de los gastos, y pensar en 300,000 personas recorriendo los puestos, buscando lo mejor de la oferta del libro.

La Felizh es un dínamo. En sus cuatro años de trabajo está impulsando los hábitos de lectura en la región Junín; ha permitido el surgimiento de cinco nuevas editoriales en Huancayo, que se suman a los tres sellos regionales existentes, aparte de aquellas de pequeños tirajes. Y los dos premios –en cuento y poesía– que promueven en cada edición permite el surgimiento de una nueva generación de escritores.

Sandro Bossio Suárez, uno de los nombres más interesantes de la narrativa del centro, ve este despegue de los sellos huancaínos con optimismo. "Ahora tenemos editores profesionales que no solo se encargan de la edición e impresión, sino también de la promoción y la venta de los libros, y pagan los derechos de autor a los escritores. Hay un respeto que antes no se podía hacer", cuenta.

Se trata de sellos como Acerva Ediciones o Bisagra Editores, que además de dar a conocer autores regionales, han publicado también a escritores de interés nacional (en la Felizh 2012, el peruano-mexicano Mario Bellatín, Edgardo Rivera Martínez y Oswaldo Reynoso lanzarán al mercado peruano nuevos trabajos narrativos). Su alta calidad en edición permite que los ejemplares se vendan en Lima, tengan "rebotes" en la prensa capitalina, logrando así lo que los escritores sueñan: que sus libros circulen.

CANALES DE DISTRIBUCIÓN
Sin embargo, aún falta mayor inversión para fortalecer la cadena en la distribución. En la provincia de Huancayo, con casi medio millón de habitantes, solo existen dos librerías dedicadas exclusivamente a la venta de ediciones, Íbero y Crisol. "El gran problema que tenemos es la industria pirata, con una oferta enorme aquí", cuenta Bossio, quien observó cómo la edición ilegal de su novela El llanto en las tinieblas –ganadora del premio de novela del BCR– se vendió a vista y paciencia de las autoridades. "La piratería es un escollo que deben superar las nuevas editoriales huancaínas. En la calle Real –la principal vía– hay tiendas y librerías con licencias municipales, donde solo se venden libros piratas. Me da pena porque Indecopi, la Fiscalía de Prevención del Delito, no actúan de oficio", denuncia.

Cada zona ha desarrollado su propia forma de venta de libros. "Técnicamente, los negocios donde dejamos los ejemplares no son librerías, pero venden libros", comenta Hevert Laos, director de la Empresa Periodística Perú, con 30 años en el mercado de Huánuco. Willy del Pozo es el director de Ediciones Altazor, que surgió en Ayacucho hace 17 años y lleva más de 600 títulos publicados "con autores de diversas zonas del país". Trabaja en el norte de Perú, en Huancayo y Ayacucho, y sus canales de distribución son librerías, "no como en Lima, sino librerías papelerías que venden de todo, desde piratas hasta originales".
PARA EL EDITOR WILLY DEL POZO, LOS LIBROS QUE TIENEN MEJOR RECEPCIÓN ENTRE EL PÚBLICO REGIONAL SON AQUELLOS QUE PRODUCEN SUS PROPIOS ESCRITORES Y HABLAN DE SUS COSTUMBRES. ESE LIBRO SERÁ UN ÉXITO DEPARTAMENTAL. SI, EN CAMBIO, EL TEMA ES MÁS URBANO, MODERNO, NO ATRAPARÁ A LOS LECTORES.

Tarma y Huánuco
"El mercado editorial en Tarma está bajo cero", sentencia el escritor Héctor Meza Parra. "Ninguna editorial promueve en lo absoluto las obras de autores como José Gálvez Barrenechea, Eleodoro Vargas Vicuña o José Antonio Bravo. Tampoco hay interés alguno por parte de la región o la empresa privada en apoyar proyectos culturales". Si hubo la iniciativa de promover los escritores de la zona en los currículos de los colegios, eso fue "un canto de sirena". Y tampoco ve ninguna promesa literaria entre los jóvenes, dice. El único optimismo que tiene es que las editoriales huancaínas hagan algo por los autores tarmeños.

En cambio, el editor Hevert Laos dice que en Huánuco se lee mucho más que en Lima y de esto nadie sabe "porque los medios limeños no nos dan bola". En los últimos ocho años, ha editado 32 tomos de su colección Biblioteca Huanuqueña, que han vendido "150,000 ejemplares", cada uno a dos nuevos soles. Y su otra colección popular, Letras Huanuqueñas, supera los 26,000 ejemplares.

Laos explica que el factor precio es muy importante en su labor editorial. Impulsado por el Plan Lector, su público objetivo son "los alumnitos de los colegios", que aprenden a leer con textos regionales; lo que se suma al movimiento intelectual de la ciudad, que siempre fomenta la lectura. Dice también que el apoyo regional es "insignificante".

TEMÁTICA Y COMPRENSIÓN
En palabras de Del Pozo, en Ayacucho solo hay dos sellos: Altazor y la editorial Cernícalo, que "con tirajes muy limitados trabaja para colegios". De los años que ha recorrido el mercado, infiere que los libros que tienen mejor recepción entre el público regional "son, sobre todo, aquellos vinculados con su región, lo que producen sus propios escritores y hablan de sus costumbres, ese libro será un éxito en el departamento de turno. Si le das más urbano, moderno, en cambio, no les atrapará".

Para el editor ayacuchano, una dinámica interesante es que, mediante el Plan Lector, se esté apostando a que hoy en los colegios los chicos lean y que los libros tengan que ver con sus regiones.

Sandro Bossio ha trabajado sobre niveles de comprensión de lectura en la macrorregión centro. Destaca la región Junín, gracias a los buenos índices que maneja Huancayo y Jauja, lo cual está ligado a la buena economía de estas zonas; los sigue Huánuco, luego Ayacucho y Pasco, por último, Huancavelica.

La dramaturga huancaína María Teresa Zúñiga es también maestra de colegio. Considera que "la comprensión lectora está restringida al espacio pedagógico, por eso el alumno no se muestra muy interesado por las nuevas lecturas. Además, hoy son chicos más audiovisuales. Pero creo que es el maestro quien debe poner un sello diferente: leer los 20 libros que se le pide al alumno cada año".

José Oregón Morales, escritor huancavelicano, además de recopilador, actor y cuentacuentos, tiene una mirada más dura. "En Huancavelica no podemos exigir a los jóvenes comprensión de lectura si no tienen en sus manos un material. Somos ricos en tradición oral y no tenemos nada que envidiar a otros, especialmente a los centralistas de Lima", dice. Sus palabras encierran mucho de la desilusión de los creadores de la antigua tierra del mercurio: en Huancavelica no existen editoriales, "todos los textos de lectura y académicos vienen de Lima. Una huella del centralismo". Es la otra cara de la industria del libro en el centro.

LA FELIZH ESTÁ EN CONSTANTE CRECIMIENTO. EN SU PRIMERA EDICIÓN PARTICIPARON 30 EDITORIALES, LUEGO 42 Y 45. AHORA, EN SU CUARTO AÑO, SON 60 EDITORIALES LAS QUE OFERTAN TEXTOS EN LA HISTÓRICA PLAZA DE HUAMANMARCA, QUE RECIBIRÁ 250,000 PERSONAS EN 11 DÍAS DEL EVENTO. PARA LA EDICIÓN 2013 SE ESPERA RECIBIR 300,000 PERSONAS, PARA LO QUE PROYECTA MUDARSE A UN LOCAL MÁS AMPLIO.

Apunte.
Dos millones de personas han visitado las ferias exitosas de libros organizadas en el país, desde 2005 (Fuente: CPL). La ciudad de Jauja tiene una larga tradición de poetas y narradores. La Felizh le dedicó a los creadores jaujinos un día completo de sus actividades; además, ayer homenajeó a Edgardo Rivera Martínez.

EL PAPEL DE LAS REGIONES
Si se le pregunta a Oregón sobre el papel del gobierno regional en la difusión del libro, explica que Huancavelica hace una labor "muy aislada y, a veces, inadecuada". Trae a conversación una antología regional de la literatura huancavelicana que publicó la región, pero estaba llena de "errores garrafales". "(La cultura del libro) se toma como una actividad burocrática, no se le da la diligencia, la pulcritud a la edición de una obra". Y prefiere no opinar de los esfuerzos de los gobiernos locales de su región. 

Lo que hay, recuerda Oregón, son los esfuerzos de los propios escritores. Como Isaac Huamán Manrique, quien ha editado "de su propio peculio" la antología huancavelicana La voz del trueno y el arcoiris, que se presentará el jueves 28 en la Felizh. La mayoría de los escritores de Huancavelica –región que cuenta con excelentes narradores reconocidos como Percy Galindo Rojas, ganador del Copé de Novela 2007, o Zein Zorrilla, ganador del premio internacional de novela Mario Vargas Llosa– ha tenido que emigrar o, como Oregón, dedicarse a ser un cuencuentos que viaja por América Latina para poder vender sus libros. 

Willy Mateo comenta que la Felizh no ha recibido auspicio de la región Junín, "no obstante habernos ofrecido públicamente el apoyo cuando estaban en campaña política". Lo irónico es que la región devuelve dinero al Estado porque no tiene capacidad de gasto, "pero cuando hemos solicitado auspicio, siempre nos decían que no tenían presupuesto", expresa algo molesto."¿Para qué mentirnos? El papel  de los gobiernos regionales y locales por la cultura y difusión del libro es prácticamente nulo. Algunos sabios dicen, justamente, que los gobernantes necesitan seres iletrados y alfabetos funcionales para consumar sus propósitos. Leer, pensar, analizar, elegir... siempre conducirán a la libertad y a destinos trascendentales. Fomentar la lectura y hacer que la gente lea es quizá la tarea más difícil. Para hacer una feria de libros exitosa se necesita tomos y tomos de paciencia, estrategias de marketing, espíritu democrático y humildad, alta diplomacia, un amor inconmensurable por los libros y una pasión escandalosa por la humanidad", recuerda Doris Moromisato, directora cultural de la Cámara Peruana del Libro (CPL).

Pero el panorama siempre tiene dos caras, decíamos, y Moromisato aplaude la movida editorial en provincias. "La tendencia es muy positiva, desde el punto de vista del incremento, así como de la calidad de los contenidos. Otro hecho positivo es el ingreso a la formalidad, todas estas ediciones cumplen con los trámites de Depósito Legal, ISBN y código de barra", dice. Sin embargo, explica que no tenemos aún una estadística fehaciente en el sector editorial en la CPL "ni una cifra exacta de cuántas editoriales, librerías, importadoras, exportadoras, distribuidoras e incluso imprentas existen en Perú". Ella comenta que la mayoría de estas empresas no forman parte de la CPL, "pues aún persiste la tendencia en este sector de actuar dispersa e informalmente".

A Willy Mateo le han pedido que reproduzca la Felizh en Chanchamayo, Huánuco y Ayacucho, pero el promotor cultural se ha disculpado, sabe que la edición de una feria del libro como la huancaína cuesta más de 150,000 nuevos soles y se necesitaría el apoyo de los gobiernos regionales. Además, la empresa privada debe sumarse. Le duele cómo la minería, por ejemplo, "no apoye la difusión del libro, pero sí cuando hay una fiesta en la que se consume licor. Eso me parece triste".

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