La exitosa feria del libro FELIZH 2012, que se realiza por estos días
en la ciudad de Huancayo, habla de una ebullición de autores y sellos. Pero en
el centro del país hay otros ángulos a tomar en cuenta cuando se habla del
desarrollo de la cultura y difusión del libro.
Escribe JOSÉ VADILLO VILA
Como una moneda, la industria editorial en el centro del
país tiene dos caras. La primera florece como los amarillitos de la flor de
retama de los caminos andinos, en el valle del Mantaro, a donde han llegado las
principales editoriales del país para celebrar la Feria del Libro Zona Huancayo
(FELIZH), que llega a su cuarta edición con números ascendentes: se espera que
para el domingo 1 de julio, tras 11 días de fiesta del libro, se supere los 250,000
visitantes.
"La crítica dice que después de la Feria Internacional
del Libro de Lima, la Felizh es la más importante del país por sus niveles de
convocatoria y ventas", cuenta con su voz grave Willy Mateo Cisneros,
creador del encuentro. En la primera edición participaron 30 editoriales, los
siguientes dos años subió a 42 y 45; ahora son 60 las que ofertan lo mejor de
sus textos en la histórica plaza de Huamanmarca. "Estamos en franco
crecimiento", dice Mateo. Con las cifras en azul ya piensa en la edición
2013: se trasladarían a un recinto más grande, de repente cobrando una
"entrada popular" para solventar parte de los gastos, y pensar en
300,000 personas recorriendo los puestos, buscando lo mejor de la oferta del
libro.
La Felizh es un dínamo. En sus cuatro años de trabajo está
impulsando los hábitos de lectura en la región Junín; ha permitido el surgimiento
de cinco nuevas editoriales en Huancayo, que se suman a los tres sellos
regionales existentes, aparte de aquellas de pequeños tirajes. Y los dos
premios –en cuento y poesía– que promueven en cada edición permite el
surgimiento de una nueva generación de escritores.
Sandro Bossio Suárez, uno de los nombres más interesantes de
la narrativa del centro, ve este despegue de los sellos huancaínos con optimismo.
"Ahora tenemos editores profesionales que no solo se encargan de la
edición e impresión, sino también de la promoción y la venta de los libros, y
pagan los derechos de autor a los escritores. Hay un respeto que antes no se
podía hacer", cuenta.
Se trata de sellos como Acerva Ediciones o Bisagra Editores,
que además de dar a conocer autores regionales, han publicado también a
escritores de interés nacional (en la Felizh 2012, el peruano-mexicano Mario
Bellatín, Edgardo Rivera Martínez y Oswaldo Reynoso lanzarán al mercado peruano
nuevos trabajos narrativos). Su alta calidad en edición permite que los
ejemplares se vendan en Lima, tengan "rebotes" en la prensa
capitalina, logrando así lo que los escritores sueñan: que sus libros circulen.
CANALES DE
DISTRIBUCIÓN
Sin embargo, aún falta mayor inversión para fortalecer la
cadena en la distribución. En la provincia de Huancayo, con casi medio millón
de habitantes, solo existen dos librerías dedicadas exclusivamente a la venta
de ediciones, Íbero y Crisol. "El gran problema que tenemos es la
industria pirata, con una oferta enorme aquí", cuenta Bossio, quien
observó cómo la edición ilegal de su novela El llanto en las tinieblas
–ganadora del premio de novela del BCR– se vendió a vista y paciencia de las
autoridades. "La piratería es un escollo que deben superar las nuevas
editoriales huancaínas. En la calle Real –la principal vía– hay tiendas y
librerías con licencias municipales, donde solo se venden libros piratas. Me da
pena porque Indecopi, la Fiscalía de Prevención del Delito, no actúan de
oficio", denuncia.
Cada zona ha desarrollado su propia forma de venta de
libros. "Técnicamente, los negocios donde dejamos los ejemplares no son
librerías, pero venden libros", comenta Hevert Laos, director de la
Empresa Periodística Perú, con 30 años en el mercado de Huánuco. Willy del Pozo
es el director de Ediciones Altazor, que surgió en Ayacucho hace 17 años y
lleva más de 600 títulos publicados "con autores de diversas zonas del
país". Trabaja en el norte de Perú, en Huancayo y Ayacucho, y sus canales
de distribución son librerías, "no como en Lima, sino librerías papelerías
que venden de todo, desde piratas hasta originales".
PARA EL EDITOR WILLY DEL POZO, LOS LIBROS QUE TIENEN MEJOR RECEPCIÓN
ENTRE EL PÚBLICO REGIONAL SON AQUELLOS QUE PRODUCEN SUS PROPIOS ESCRITORES Y
HABLAN DE SUS COSTUMBRES. ESE LIBRO SERÁ UN ÉXITO DEPARTAMENTAL. SI, EN CAMBIO,
EL TEMA ES MÁS URBANO, MODERNO, NO ATRAPARÁ A LOS LECTORES.
Tarma y Huánuco
"El mercado editorial en Tarma está bajo cero",
sentencia el escritor Héctor Meza Parra. "Ninguna editorial promueve en lo
absoluto las obras de autores como José Gálvez Barrenechea, Eleodoro Vargas
Vicuña o José Antonio Bravo. Tampoco hay interés alguno por parte de la región
o la empresa privada en apoyar proyectos culturales". Si hubo la
iniciativa de promover los escritores de la zona en los currículos de los
colegios, eso fue "un canto de sirena". Y tampoco ve ninguna promesa
literaria entre los jóvenes, dice. El único optimismo que tiene es que las
editoriales huancaínas hagan algo por los autores tarmeños.
En cambio, el editor Hevert Laos dice que en Huánuco se lee
mucho más que en Lima y de esto nadie sabe "porque los medios limeños no
nos dan bola". En los últimos ocho años, ha editado 32 tomos de su
colección Biblioteca Huanuqueña, que han vendido "150,000
ejemplares", cada uno a dos nuevos soles. Y su otra colección popular,
Letras Huanuqueñas, supera los 26,000 ejemplares.
Laos explica que el factor precio es muy importante en su
labor editorial. Impulsado por el Plan Lector, su público objetivo son
"los alumnitos de los colegios", que aprenden a leer con textos
regionales; lo que se suma al movimiento intelectual de la ciudad, que siempre
fomenta la lectura. Dice también que el apoyo regional es "insignificante".
TEMÁTICA Y
COMPRENSIÓN
En palabras de Del Pozo, en Ayacucho solo hay dos sellos:
Altazor y la editorial Cernícalo, que "con tirajes muy limitados trabaja
para colegios". De los años que ha recorrido el mercado, infiere que los
libros que tienen mejor recepción entre el público regional "son, sobre
todo, aquellos vinculados con su región, lo que producen sus propios escritores
y hablan de sus costumbres, ese libro será un éxito en el departamento de turno.
Si le das más urbano, moderno, en cambio, no les atrapará".
Para el editor ayacuchano, una dinámica interesante es que,
mediante el Plan Lector, se esté apostando a que hoy en los colegios los chicos
lean y que los libros tengan que ver con sus regiones.
Sandro Bossio ha trabajado sobre niveles de comprensión de
lectura en la macrorregión centro. Destaca la región Junín, gracias a los
buenos índices que maneja Huancayo y Jauja, lo cual está ligado a la buena
economía de estas zonas; los sigue Huánuco, luego Ayacucho y Pasco, por último,
Huancavelica.
La dramaturga huancaína María Teresa Zúñiga es también
maestra de colegio. Considera que "la comprensión lectora está restringida
al espacio pedagógico, por eso el alumno no se muestra muy interesado por las
nuevas lecturas. Además, hoy son chicos más audiovisuales. Pero creo que es el
maestro quien debe poner un sello diferente: leer los 20 libros que se le pide
al alumno cada año".
José Oregón Morales, escritor huancavelicano, además de
recopilador, actor y cuentacuentos, tiene una mirada más dura. "En
Huancavelica no podemos exigir a los jóvenes comprensión de lectura si no
tienen en sus manos un material. Somos ricos en tradición oral y no tenemos
nada que envidiar a otros, especialmente a los centralistas de Lima",
dice. Sus palabras encierran mucho de la desilusión de los creadores de la
antigua tierra del mercurio: en Huancavelica no existen editoriales, "todos
los textos de lectura y académicos vienen de Lima. Una huella del
centralismo". Es la otra cara de la industria del libro en el centro.
LA FELIZH ESTÁ EN CONSTANTE CRECIMIENTO. EN SU PRIMERA EDICIÓN
PARTICIPARON 30 EDITORIALES, LUEGO 42 Y 45. AHORA, EN SU CUARTO AÑO, SON 60
EDITORIALES LAS QUE OFERTAN TEXTOS EN LA HISTÓRICA PLAZA DE HUAMANMARCA, QUE
RECIBIRÁ 250,000 PERSONAS EN 11 DÍAS DEL EVENTO. PARA LA EDICIÓN 2013 SE ESPERA
RECIBIR 300,000 PERSONAS, PARA LO QUE PROYECTA MUDARSE A UN LOCAL MÁS AMPLIO.
Apunte.
Dos millones de personas han visitado las ferias exitosas de
libros organizadas en el país, desde 2005 (Fuente: CPL). La ciudad de Jauja
tiene una larga tradición de poetas y narradores. La Felizh le dedicó a los
creadores jaujinos un día completo de sus actividades; además, ayer homenajeó a
Edgardo Rivera Martínez.
EL PAPEL DE LAS
REGIONES
Si se le pregunta a Oregón sobre el papel del gobierno
regional en la difusión del libro, explica que Huancavelica hace una labor
"muy aislada y, a veces, inadecuada". Trae a conversación una
antología regional de la literatura huancavelicana que publicó la región, pero
estaba llena de "errores garrafales". "(La cultura del libro) se
toma como una actividad burocrática, no se le da la diligencia, la pulcritud a
la edición de una obra". Y prefiere no opinar de los esfuerzos de los
gobiernos locales de su región.
Lo que hay, recuerda Oregón, son los esfuerzos de los
propios escritores. Como Isaac Huamán Manrique, quien ha editado "de su
propio peculio" la antología huancavelicana La voz del trueno y el
arcoiris, que se presentará el jueves 28 en la Felizh. La mayoría de los
escritores de Huancavelica –región que cuenta con excelentes narradores reconocidos
como Percy Galindo Rojas, ganador del Copé de Novela 2007, o Zein Zorrilla,
ganador del premio internacional de novela Mario Vargas Llosa– ha tenido que
emigrar o, como Oregón, dedicarse a ser un cuencuentos que viaja por América
Latina para poder vender sus libros.
Willy Mateo comenta que la Felizh no ha recibido auspicio de
la región Junín, "no obstante habernos ofrecido públicamente el apoyo
cuando estaban en campaña política". Lo irónico es que la región devuelve
dinero al Estado porque no tiene capacidad de gasto, "pero cuando hemos
solicitado auspicio, siempre nos decían que no tenían presupuesto",
expresa algo molesto."¿Para qué mentirnos? El papel de los gobiernos regionales y locales
por la cultura y difusión del libro es prácticamente nulo. Algunos sabios dicen,
justamente, que los gobernantes necesitan seres iletrados y alfabetos
funcionales para consumar sus propósitos. Leer, pensar, analizar, elegir...
siempre conducirán a la libertad y a destinos trascendentales. Fomentar la
lectura y hacer que la gente lea es quizá la tarea más difícil. Para hacer una
feria de libros exitosa se necesita tomos y tomos de paciencia, estrategias de
marketing, espíritu democrático y humildad, alta diplomacia, un amor inconmensurable
por los libros y una pasión escandalosa por la humanidad", recuerda Doris
Moromisato, directora cultural de la Cámara Peruana del Libro (CPL).
Pero el panorama siempre tiene dos caras, decíamos, y Moromisato
aplaude la movida editorial en provincias. "La tendencia es muy positiva,
desde el punto de vista del incremento, así como de la calidad de los
contenidos. Otro hecho positivo es el ingreso a la formalidad, todas estas
ediciones cumplen con los trámites de Depósito Legal, ISBN y código de
barra", dice. Sin embargo, explica que no tenemos aún una estadística
fehaciente en el sector editorial en la CPL "ni una cifra exacta de
cuántas editoriales, librerías, importadoras, exportadoras, distribuidoras e
incluso imprentas existen en Perú". Ella comenta que la mayoría de estas
empresas no forman parte de la CPL, "pues aún persiste la tendencia en
este sector de actuar dispersa e informalmente".
A Willy Mateo le han pedido que reproduzca la Felizh en Chanchamayo,
Huánuco y Ayacucho, pero el promotor cultural se ha disculpado, sabe que la
edición de una feria del libro como la huancaína cuesta más de 150,000 nuevos
soles y se necesitaría el apoyo de los gobiernos regionales. Además, la empresa
privada debe sumarse. Le duele cómo la minería, por ejemplo, "no apoye la
difusión del libro, pero sí cuando hay una fiesta en la que se consume licor.
Eso me parece triste".
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