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domingo, 24 de junio de 2012

Los Libros de la Selva


La Amazonía es el espacio más alejado de los focos de cultura convencionales. ¿Cómo funciona el movimiento de editoriales y autores en estas zonas del país? ¿Qué tan importante es internet para los movimientos literarios amazónicos?

APUNTES
Entre 2004 y 2008, se realizó en Iquitos la Semana del Libro. Este año del 6 al 10 de agosto se reanudará dicha actividad cultural.

La gran empresa privada aún no apuesta por mecenazgos culturales en la selva. Son las pequeñas empresas regionales las que lo hacen por amistad o solidaridad con sus creadores.


Escribe  JOSÉ VADILLO VILA
Más allá de la pintoresca idea que se tiene de literatura amazónica –de universos poblados por seres mágicos escondidos en el monte; de pueblos donde la sensualidad, los chamanes y la cumbia afloran bendecidos por ráfagas de luces de neón y colores chirriantes emanados de alguna sesión con espirituosa ayahuasca– está la realidad de la industrial editorial en la Amazonía peruana.

El ojo tiene que dirigirse a la capital loretana. Dicen que entre 1985 y 1995, en Iquitos floreció una industria editorial. Que fue la segunda ciudad a escala nacional en publicar libros, dicen algunos. Una época dorada para las artes loretanas. Incluso hubo una feria del libro favorecida por la llegada de autores y artistas diversos. Todos tendemos a la idealización. Ahora Iquitos cuenta solo con dos librerías: una en el aeropuerto y otra en la ciudad, amén de las librerías de viejo.

Paco Bardales, periodista cultural iquiteño, resume mejor el hoy: la actividad editorial amazónica actual es pequeña. “Lo que hubo hace tres décadas en Iquitos no se ha mantenido por la crisis económica y por la indiferencia de la promoción oficial del libro. Hoy estos apoyos son ocasionales o ausentes, lo que ha generado un retroceso en cuanto a la cantidad de editoriales, pero no a la oferta o al interés de la gente por publicar”, aclara el periodista.

Para Ricardo Vírhuez, director de editorial Pasacalle, lo más reciente de una propuesta democrática de la cultura del libro en Loreto se dio durante el gobierno regional de Robinson Rivadeneyra (2003-2006), cuando se publicaron 12 libros y se pagó como Dios manda los derechos de autor. “Fue un antecedente muy bueno y nada más. Ahora, en Iquitos no pasa nada, es ruidosísima con mototaxis y motocars, pero se ha aislado con un gobierno muy corrupto”, opina.

EXPERIENCIA DE TIERRA NUEVA
En realidad, dicen otros como Jaime Vásquez, en los años ochenta no se editaron tantos títulos como se cree. Vásquez, director de Tierra Nueva Editores, me dice que en esos años Loreto tuvo dos premios Copé de Oro de Poesía: Ana Varela y Carlos Reyes. Ellos no tenían los medios para publicar, así que esta realidad fue uno de los motores que lo llevó a fundar su sello.

Tierra Nueva Editores –coinciden los entrevistados– es un referente de lo que debe hacer no solo un sello amazónico, sino un sello independiente peruano que se respete.  Tierra Nueva tiene menos de una década de creación. En este tiempo, el sello iquiteño ha publicado alrededor de 50 títulos “gracias a las alianzas estratégicas”. Entre ellos, a autores como el periodista limeño César Hildebrandt o el poeta piurano Marco Matos. Saltó al panorama internacional al publicar dos libros del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal. Está por editar trabajos de un argentino y un español sobre el controvertido empresario cauchero esclavista Julio César Arana y el autoproclamado “rey de los jíbaros”, el ibérico Alfonso Graña. Así, hincha el pecho Vásquez, traerán a la Feria Internacional del Libro de Lima nada menos que seis títulos nuevos.

El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) ha publicado numerosos libros de científicos. También el Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía (CETA), comandado por el reverendo Joaquín García-Sánchez, tiene una huella importante en la edición de libros y la revisión de algunos clásicos de la literatura amazónica. Su serie Monumenta Amazónica ha publicado alrededor de 40 volúmenes. La segunda labor importante del CETA es la administración de la Biblioteca Amazónica de Iquitos, considerada la segunda en el mundo especializada en lo amazónico, luego de la Biblioteca de Manaos, en Brasil. Lamentablemente, como dice Paco Bardales, por falta de financiamiento se ha dado “un retroceso” en la Biblioteca.

No se deben de olvidar, pide Vírhuez, a aquellos pequeños sellos editoriales que subsisten en Iquitos, como la editorial Wong, que vende masivamente productos para los colegios, y la revista Iquitos, un proyecto del periodista Manuel Marticorena, está iniciando su propio sello editorial. “El circuito de colegios es muy importante para todos”, subraya Jaime Vásquez, a cuyo sello le va bien en un proyecto de incentivo de la lectura en los centros educativos.

SAN MARTÍN ES LA ÚNICA REGIÓN AMAZÓNICA CON UNA PARTIDA PRESUPUESTAL PARA LO CULTURAL. EL PROYECTO RESCATE Y AFIRMACIÓN DE LAS EXPRESIONES CULTURALES SANMARTINIANAS HA PERMITIDO EDITAR LA REVISTA NINACURO Y LANZAR ALREDEDOR DE 15 TÍTULOS DE AUTORES DE LA REGIÓN, COMO LOS JENARO HERRERA TORRES Y HUMBERTO DEL ÁGUILA.

SAN MARTÍN, EL EJEMPLO 
Se reconoce que a nivel de los gobiernos locales y regionales se hace muy poco por la cultura del libro. Loreto, por ejemplo, ocupa el último lugar a escala nacional en comprensión de lectura. Opina Jaime Vásquez que el gobierno regional loretano trabaja para revertir estas estadísticas y hacer del libro un aliado y un amigo.

Lo que todos reconocen es el trabajo del gobierno regional de San Martín. Es la única región amazónica con una partida presupuestal para lo cultural. El proyecto Rescate y Afirmación de las Expresiones Culturales de San Martín ha permitido editar la revista Ninacuro y lanzar alrededor de 15 títulos, revalorando a escritores de la región como los olvidados Jenaro Herrera Torres  y Humberto del Águila. “Son pocos los casos en el país con un presupuesto específico para te-mas culturales. En eso sobresale la experiencia de San Martín”, dice Paco Bardales.

OTRAS ZONAS
De acuerdo con Manuel Cornejo, investigador del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), recién en los últimos años los estudios están mirando al universo amazónico. Antes, todo giraba alrededor del mundo andino. En los años setenta empezó este fenómeno con jóvenes investigadores como el antropólogo Óscar Espinoza o los arqueólogos Santiago Rivas y Ricardo Chirinos, amén de los lingüistas, que siguen publican-do libros importantes sobre la selva.

El CAAP acaba de publicar el Libro Azul de Roger Casement. Cornejo explica que en algunas universidades se ofrecen maestrías y diplomados sobre interculturalidad y estudios amazónicos, lo que se concatena con proyectos edito-riales. Jaime Vásquez también ha visto que las universidades en Iquitos (como la Particular, la UCP y la Nacional de la Amazonía) están finalmente tomando en cuenta el papel que les tocaba como difusores de la cultura y los libros.

Ricardo Vírhuez explica que un problema en las ciudades amazónicas es que carecen de buenas imprentas y las editoriales deben aumentar sus gastos mandando a imprimir en Lima o Chiclayo. Las pequeñas editoras repiten en toda la selva un esquema: si tienen cercanía política a los gobiernos locales, venderán a ellos sus pequeños tirajes de sus libros, aunque no se difundan más allá.

MOVIMIENTOS, INTERNET
Vírhuez, quien pasó siete años metido en el mercado editorial de la Selva, resalta en Pucallpa (Ucayali) la labor del escritor Walter Pérez Meza al frente del grupo literario Maldita Boa, con varios libros publicados. También existen los grupos Isula Erótica (integrado solo por mujeres), Puka bufeo, Aish’ta y el Movimiento Amazónico Cultural y Literario Kolpa, que edita la revista académica Kolpa, difundida internacionalmente.

Paco Bardales, por su parte, da otro plus a Pucallpa: dice que lleva la delantera a otras capitales amazónicas en infraestructura. Cuenta con una gran biblioteca municipal, además del edificio para lo intercultural de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía.

Pero en movimientos literarios Iquitos no se queda atrás. Está el grupo poético Javier Heraud con 27 años de promoción cultural. Mientras que en la capital de San Martín, Tarapoto, hay escritores que han alcanzado el éxito regional. También figuran los grupos Resistencia y Lamas, con actividad de cafés literarios en diversas ciudades de dicha región, involucrando a los jóvenes en las letras.

Manuel Cornejo, de la CAAAP, recuerda que hay una activa presencia de estos y otros jóvenes grupos literarios amazónicos en la red de redes, alimentando blogs dedicados a la literatura amazónica. “Desde Lima, bajo nuestra mirada centra-lista y virreinal, lo que circula en espacios regionales no forma parte del canon literario”, comenta.

Para Paco Bardales es un fenómeno simpático. “En Iquitos, los escritores con menos de 27 años han empezado a escribir historias, relatos y hasta novelas por entregas en internet. Hay mucho material con rigor y talento. Ello como una manera de contrarrestar la falta de espacios, des-de la prensa o las editoriales”.Se sabe muy poco de Puerto Maldonado, en Madre de Dios, donde fue acribillado el poeta Javier Heraud. Se sabe que hay un grupo de escritores, tal vez 12, que trabajan esporádicamente, por ejemplo. Seguiremos informando.

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